jueves, 26 de febrero de 2009

Ocho Instantes

Ya un buen tiempo habia pasado
Sin encontrarnos en miradas
Tus voces se habian fugado
Mis gritos eran en vano

Ocho instantes nos distanciaron
Ocho instantes a las patadas
Ya no daba más mi cuerpo
De extrañar el olor de tu cuello

Me habías herido demasiado profundo
Tan profundo, que casi fue de muerte
Y no se si ese dolor ya se esfumó
Pero ilusionado cual niño te espero…

Creo que deberías saber que no te esperaba
Que no te quería en mi vida
Pero a pesar de todo ese rencor dentro mío
Tu presencia me iluminó

Muchos filósofos han afirmado hasta el cansacio durante años que es uno el que conoce al mundo; que el mundo no es sin YO. Se genera así una relación entre un YO y una COSA. Esa cosa es ajena a mi, no es parte de mi, ni yo soy parte de ella. Puede ser una piedra, un amigo, un disco, un libro. Sartre nos invitó a pensar que para el otro somos meras objetivaciones, Interactuamos en su vida, pero no somos parte de ella.
Ahora, ¿Y el amor?
El amor se da el proceso inverso, el YO y el TU se disocian totalmente y se funden en un mismo ser.
Eso es lo que me pasa con vos…